Cuando una persona tarda mucho en llevar a cabo sus tareas, incluso las mas sencillas, debido a sus «manias» y rituales mentales es muy probable que tenga un problema obsesivo. Para empezar es importante diferenciar entre una problemática obsesivo compulsiva de tipo psiquiátrico (TOC) y una de tipo de personalidad: en este caso hablaríamos de trastorno obsesivo compulsivo de personalidad. Normalmente, aunque no siempre, cuando una persona tiene TOC psiquiátrico siente que sus obsesiones y compulsiones son un problema para él, mientras cuando es de personalidad, no: una persona con una personalidad obsesiva considera normal su funcionamiento, e incluso puede que se valore por ello.
Como recuerda el nombre, el TOC se caracteriza por las Obsesiones y las compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, imágenes, o impulsos (deseos intensos de hacer algo de manera intempestiva y sin reflexión) repetidos y persistentes, que una persona siente como no suyos y que no controla aunque lo intente. A menudo se trata de pensamientos o ideas que la persona vive como absurdos o sin sentido. Las compulsiones son una especie de comportamientos supersticiosos, “rituales” en que la persona actúa de determinada manera y en un orden concreto de forma estereotipada. La persona ejecuta estos rituales con el fin de evitar algún acontecimiento negativo o desgracia futura relacionada con la obsesión: es por este motivo que su realización reduce el malestar o ansiedad provocado por esta obsesión.
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Trastornos o problemáticas relacionadas con el TOC:
Lavadores y limpiadores: Su obsesión principal es el poder contaminarse con determinados objetos o situaciones. Constantemente están limpiando o su entorno o a sí mismos
Verificadores: ¿He cerrado el gas? ¿Seguro? ¿Y la puerta de casa? ¿El coche?
Ordenadores: Las cosas que les rodean deben estar dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
Acumuladores o trastorno de acumulación: Coleccionan compulsivamente objetos, independientemente del valor que tienen, de los que no pueden desprenderse. La acumulación es debida a la necesidad percibida de guardar las cosas y crea un malestar acentuado. Alrededor de 250.000 personas, un 3% de la población mayor de 65 años, están afectadas por este trastorno, síndrome de Diógenes, u otros trastornos asociados,
Numerales: buscan sentido a los números que les rodean, sumándolos, restándolos, cambiándolos hasta que les da un número o código significativo para ellos.
Ritualizadores mentales: acostumbran a imaginarse pensamientos o situaciones mentales, llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar otras obsesiones que le vienen a la cabeza.
Mágicos: Tienen que ver con pensamientos fantásticos de castigo o recompensa, (pueden ser de contenido religioso), que les “obligan” a hacer determinadas conductas para contrarrestar esa obsesión y evitar que nada malo les ocurra.
En el último manual diagnóstico DSM5 se pone de manifiesto la creciente evidencia de que hay otros trastornos relacionados con el TOC:
– Trastorno dismórfico corporal: actos mentales o conductas repetitivas en respuesta a las preocupaciones por los defectos o imperfecciones percibidas en la apariencia física.
– Tricotilomanía(trastorno de arrancarse el pelo).
– Trastorno de excoriación(rascarse/dañarse la piel).
– TOC inducido por sustanciaso medicamentos.
– TOC inducido por otraafección médica.
Por cualquier información acerca del tratamiento de este tipo de problemáticas no dudes en ponerte en contacto conmigo.
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